Los suelos porosos son una auténtica joya para cualquier vivienda o local: aportan calidez, personalidad y ese aire artesanal que tanto gusta en interiores y exteriores. Los más comunes son los suelos de barro cocido, piedra natural (pizarra, granito, mármol, caliza) y cemento pulido.
Sin embargo, su belleza tiene un pequeño inconveniente: al ser materiales porosos, absorben fácilmente manchas, humedad y suciedad. Si no se limpian de forma adecuada, pueden deteriorarse, perder su color original o incluso agrietarse.
Por eso en este artículo te explicamos:
✅ cómo limpiar suelos porosos correctamente
✅ qué errores debes evitar
✅ y cómo lograr que queden como nuevos, sin dañarlos.
A diferencia de materiales no porosos como el gres o el porcelánico, los suelos de barro, piedra o cemento tienen una estructura abierta que permite la entrada de líquidos y suciedad.
👉 El barro cocido es especialmente absorbente y sensible a productos agresivos.
👉 La piedra natural puede reaccionar a ácidos y perder su brillo.
👉 El cemento pulido puede mancharse con grasa o productos químicos si no está bien protegido.
Por eso es clave utilizar los productos y técnicas correctas. Una mala limpieza puede dañar permanentemente el material.
Antes de usar líquidos, elimina el polvo y la suciedad suelta con un buen barrido o aspirado. Así evitarás que se raye la superficie durante el fregado.
👉 Para barro cocido: utiliza jabón neutro diluido en agua templada. Nada de lejías, amoniacos ni productos ácidos.
👉 Para piedra natural: también jabón neutro o productos formulados para piedra. Nunca vinagre ni ácidos: dañan la superficie.
👉 Para cemento pulido: detergentes de pH neutro. Si tiene manchas de grasa, se pueden tratar con desengrasantes suaves.
Utiliza siempre mopas de microfibra o fregonas suaves. Evita cepillos duros o estropajos que puedan rayar.
Si hay manchas localizadas (grasa, óxido, humedad):
✅ Usa quitamanchas específicos para suelos porosos.
✅ Nunca pruebes remedios caseros sin saber cómo reaccionará el material.
Los suelos porosos no deben quedar encharcados.
→ Tras la limpieza, seca con paños de microfibra para evitar marcas y humedades.
La mejor forma de mantener estos suelos bonitos es prevenir la absorción de suciedad. ¿Cómo? Aplicando un tratamiento de sellado o hidrofugado:
✅ En barro cocido, el sellador protege frente a manchas y facilita la limpieza.
✅ En piedra natural, un tratamiento hidrófugo mantiene el color y evita la humedad.
✅ En cemento pulido, un sellador protege frente a grasas y líquidos.
Estos tratamientos deben aplicarse cada cierto tiempo según el uso (normalmente cada 1-2 años).
❌ Usar productos ácidos (vinagre, antical) en piedra o barro.
❌ Fregar con mucha agua (provoca manchas de humedad).
❌ Utilizar estropajos metálicos o cepillos abrasivos.
❌ Mezclar productos químicos sin saber cómo reaccionarán.
En caso de duda, siempre es mejor consultar a un profesional especializado.
👉 Porque los profesionales sabemos qué producto es seguro para cada tipo de suelo.
👉 Contamos con máquinas de baja presión y rotativas suaves que limpian a fondo sin dañar.
👉 Podemos aplicar tratamientos de protección que alargan la vida del suelo.
👉 Evitas riesgos y te aseguras un resultado perfecto.
En Limpieza de la Abuela somos especialistas en limpieza y recuperación de suelos porosos. Hemos trabajado con:
✅ suelos antiguos de barro cocido en casas rurales,
✅ piedras naturales en patios,
✅ cemento pulido en lofts y oficinas.
Siempre con el máximo cuidado, respetando el material original y dejando los suelos como nuevos.
Los suelos de barro, piedra o cemento son una joya que merece los mejores cuidados.
Con una limpieza adecuada y un mantenimiento profesional, pueden conservar su belleza durante décadas.
👉 Si tienes un suelo poroso que necesita un tratamiento profesional, contacta con nosotros.
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